Por Alberto Martínez M.
Shakira inmarcesible
Supongamos que te sabes las
once estrofas del himno nacional, al pie de la letra. Supongamos que nunca te
has equivocado con sus notas marciales y las entonas a pulmón lleno porque no
eres de esos que apenas las ronronea para que el vecino no escuche las
imprecisiones.
Supongamos que siempre has
cantado “en surcos de dolores” y no “los surcos de dolores” –como la mayoría de
tus congéneres– porque tienes claro que es una analogía de la tierra que un día
fue sembrada de pesares para que germinara –contrasentido que tú entiendes
mejor– felicidad eterna.
Supongamos que a pesar del
toque barroco del símbolo patrio, pronuncias y entiendes perfectamente que la
“libertad sublime” es la condición excelsa que Núñez vio inspirada en los
principios de la Revolución Francesa, y que las “Termópilas brotando” no se
refieren al desfiladero de Tesalia y la Grecia central donde fueron vencidos
los espartanos, en el año 480 a C., sino a las Termópilas de Paya, Boyacá,
donde se produjo el primer encuentro de la Campaña Libertadora de Nueva
Granada, en 1819. Supongamos.
Supongamos que estuviste
escamoteando los archivos secretos del pensador de El Cabrero y descubriste el
secreto mejor guardado del himno: ¿qué diablos fue lo que quiso decir con
aquello de que La virgen sus cabellos arranca en agonía y de su amor viuda los
cuelga del ciprés?”.
Supongamos, en fin, que cuando
cantas, a buen ritmo, “derrama las auroras” es que la luz está llegando, porque
sabes, inclusive, lo que “en Bárbula no saben”.
¡Felicidades! Posees todas las
tesituras que te acreditan como un colombiano de “júbilo inmortal”.
La paisana de la que te burlas
ahora con tus chistes sociales porque no canta tan bien como tú, tiene su propia
forma de “fulgurar en Junín”.
Para empezar, en menos de seis
años construyó, con sus propios recursos, cuatro megacolegios en Quibdó,
Barranquilla, Altos de Cazucá y Cartagena que cesaron “la horrible noche” de
seis mil niños marginados. Y en la sonada reunión de presidentes, donde ofendió
tanto tu nacionalidad gótica, selló una alianza público-privada que construirá,
dotará y operará 13 centros de atención integral para la primera infancia de
Colombia, en un esfuerzo que movilizará por toda América Latina 300 millones de
dólares. ¿Ves cómo el bien germina ya?”.
Por ello, si ingresas a un
buscador como Google la frase “Shakira en la Cumbre de las Américas” notarás
que tiene casi tantos resultados (4.120.000) como Barack Obama (4.490.000),
lejos de cualquier otro actor político, incluyendo al propio presidente Juan
Manuel Santos (2.310.000). El error que tanto te escandaliza representa apenas
el 3.9% de sus menciones.
Por lo mismo, el Ministerio de
Cultura de Francia le otorgó la medalla Caballero de la Orden de Arte y Letra,
la Unicef la nombró Embajadora de Buena Voluntad, y el gobierno de Estados
Unidos la integró a la Comisión Asesora Presidencial para la Excelencia
Educativa de los Hispanos.
Para esas organizaciones, hay
otras formas de ser ciudadano ejemplar. Para ellos son más inmarcesibles los
corazones que se derriten ante los males del mundo, que las bocas que confunden
una de las “constelaciones de cíclopes” de un himno surrealista.
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