Se afirma que cada
100 años surgen aconteceres de trascendencia que distinguen los países, aplicable
esta afirmación a nuestro Estado en el campo
político en Colombia.
No es fácil encontrar esa prolongación en el tiempo, ni
tampoco en el comportamiento. Atrás quedan los movimientos de independencia,
que fueron moldeando el liderazgo colombiano puesto que para ella se requirió
vencer la dominación extranjera. Mas tarde, se predicó
la vigencia de una sola concepción
política bajo principios de libertad con postulados inalcanzables.
Posteriormente las
influencias extranjeras tuvieron adeptos
que radicalizaron el pensamiento tales como el exceso de libertad y otros con
deseos de regresar a la hegemonía. Todas
las corrientes engendraron violencia
con disímiles instrumentos más tarde, en aglutinamiento de ideologías
surgieron sin distinción por la unificación que dieron origen al que connotados
intelectuales irrumpieran en el manejo del Estado. Ya en el siglo pasado, aparecieron guerras intestinas que hasta fue
necesario contabilizar 1000 días
para que llegara la batalla de Palonegro que finiquitó un episodio de esa
naturaleza. Después, la toma de tierras por la fuerza y horripilantes muertes
causadas. Al margen con la penetración de
teorías que por extranjeras se practicaban sin entender la imposibilidad
de ejecutarlas, que vinieron a servir de
aval para nueva violencia que ejemplificaba las corrientes mundiales.
Se extendió esa
violencia, especialmente a los campos con algunos lideres iníciales y otros
practicantes, incluyendo algunos que murieron de viejos, dejando estela de
voluntad de arrasar y quedando estilos
especiales en que se unieron la producción de drogas a los insurgentes a
los cuales se les negaba su calidad, con pingües ganancias aplicables al
sostenimiento de un presunto ideal.
Como es obvio,
surgieron fuerzas con el ánimo de enfrentar el ataque, en los dos campos que
creo otra corriente.
Como lo esperaban
tanto los practicantes de esa posición ajena al Estado y combatientes de
ideologías que culminaron con la
presunción de regreso a la vida privada bajo condiciones y al margen, todos
esos accidentes crearon una sociedad sin escrúpulos que permearon el Estado y
trajeron como consecuencia, de una parte, apropiación de bienes estatales y de
otra se acudió a obtener las votaciones necesarias para los puestos públicos
que permiten apreciar que se determinaron circunstancias especiales.
Ha pasado una justa electoral que reflejará todas las dificultades que en el transcurro
del tiempo se vienen dando con deterioro de la democracia y probablemente casos que serán objeto de investigaciones, los
cuales en la mayoría de los casos quedarán en los anaqueles para que llegue la
prescripción con aplicación de la favorabilidad que se va consagrando en nuevas normas y que en definitiva nos da la noción de los
cambios cada cien años.Pedro Gerardo Tabares
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